6 nov 2011

Sus diminutos dedos

Podrían caer chuzos de punta o hacer el mas radiante de los soles; pasar apuros económicos y laborales, o experimentar la plenitud profesional; tener problemas de salud, o sentirse físicamente como un toro, que todo ésto, se olvidaría. Quedaría en un segundo plano, cuando de repente, el pequeño neonato apretase con su diminuta manita unos de sus dedos.

Entonces nada habría alrededor, nada importaría excepto ellos tres, desde ese momento y hasta el resto de sus días. Eso sería básicamente, el milagro de la vida.

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